miércoles, 27 de enero de 2010















Que nos queda?

Una vieja luna que nunca logramos tocar?
... brillante al fin, que otros amores terminaron por apropiársela también

Ya nada pareciera nuestro, nada.

Aunque para ser honesto sigo sintiendo el filo, ese filo implacable, de los intentos de arrancarte

A la orilla de mil cortes de heridas que ya no duelen, a la orilla de un camino que no estoy seguro de querer conocer, clavando mis pies para no dejarme llevar por ese enorme viaje que no me siento listo para seguir.

Viento, sopla, murmullos de fantasmas que regresan a mi dejando oír sus voces como consejos de batallas pasadas.

y otra vez me piden resucitar.



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